Título

Propuesta Para Potenciar LAS MATEMÁTICAS y la Comprensión de Lectura en la Institución Educativa Nacional Dante Alighieri.

ÉTICA

ÉTICA
MORAL
 

EL CEREBRO HUMANO
ENCÉFALO
Parte central del sistema nervioso de los vertebrados, encerrada y protegida en la cavidad craneal y formada por el cerebro, el cerebelo y el bulbo raquídeo. EL CEREBRO ES EL QUE CONTROLA EL CUERPO HUMANO.

UNIDADES BÁSICAS DE LA ORGANIZACIÓN DEL CUERPO HUMANO
 En nuestro cuerpo existen cuatro niveles de organización. El primero está formado por las células, que son las unidades fundamentales de los seres vivos; contamos con unos 75 a 100 billones de ellas diferenciadas en más de 100 tipos. Las células del mismo tipo, junto con el material en que están embebidas, lo que se llama la matriz, se agrupan para formar tejidos, cada uno destinado a una función específica. Los tejidos se agrupan a su vez para constituir órganos encargados de un trabajo más complejo. Por último, los órganos relacionados integran los aparatos o sistemas, que son responsables de una serie de funciones coordinadas. El cuerpo, en su conjunto, puede definirse como una comunidad celular regida por un orden social en el que cada uno de los 75 billones de miembros que la integran tiene asignado un lugar determinado y una función específica.

LAS NORMAS ME AYUDAN A SER MEJOR

 Norma es un término que proviene del latín y significa “escuadra”. Una norma es una regla que debe ser respetada y que permite ajustar ciertas conductas o actividades. En el ámbito del derecho, una norma es un precepto jurídico.
Por ejemplo: “Me hicieron una infracción por conducir a 120 kilómetros por hora cuando la norma establece una velocidad máxima permitida de 110 kilómetros”,“Disculpe, pero aquí no se puede fumar, es una norma del establecimiento”, “Esta institución tiene normas que deben ser respetadas por todos sus integrantes, sin excepciones”.
NORMAS DE CONVIVENCIA EN FAMILIA
Cada familia es única e irrepetible, y tiene características que permiten comprender sus normas de convivencia y funcionamiento.
Estas normas de convivencia son muy variadas e incluso cambian conforme el proceso de la vida familiar transcurre a lo largo de la vida, pero en términos generales se puede hablar de cuatro estilos familiares determinados por la forma en que mayormente se aplican:
Familias rígidas

Cuando se establecen normas o patrones en forma autoritaria e inflexible. Es común que en estas familias la pareja adopte roles tradicionales, que la autoridad la ejerza el padre (aunque también las hay donde es ejercida por la madre). La comunicación es vertical y está restringida. Los hijos tienen pocas posibilidades de expresión.


Familias laxas
Cuando existe el mínimo de normas. En realidad los padres no se preocupan por mantener el control disciplinario de sus hijos y son permisivos en extremo, sin ocuparse de ellos, ni preocuparse por su educación. La mayoría de estas familias tienen lazos afectivos débiles, por lo que suelen buscar satisfacer sus necesidades emocionales fuera del hogar. Existe poca comunicación entre ellos.

Familias flexibles
Cuando hay capacidad de aplicar las normas de conductas en forma discriminada según la edad y tipo de situación. Los padres establecen modos de controlar a sus hijos para poder educarlos y encauzarlos, pero son capaces de cambiar las reglas cuando los hijos crecen y adquieren responsabilidad y opinan negociando algunas reglas. La comunicación suele ser horizontal y, según la circunstancia, incluso democrática (el domingo todos pueden opinar sobre la diversión, no así acerca de la distribución del gasto); las reglas pueden ser negociadas por los hijos porque la finalidad no es sancionar, sino educar.



Familias caóticas
Se establecen normas sin fundamentación racional y fluctuando de unas a otras, sin ningún orden o expectativa. Es decir: unas veces se establecen normas que incluso son transgredidas por lo propios padres, en otra ocasión no se cumplen o funcionan con base en los estados de ánimo de éstos. Los patrones de comunicación suelen ser ambivalentes y contradictorios, pues muchas veces el padre opina una cosa y la madre otra, por lo que el niño crece sin saber bien a qué atenerse.
Cada familia es única e irrepetible y muchas de sus normas de convivencia son una forma de adaptación, definidas por las características personales de sus miembros. Sin embargo, es posible decir que el mejor ambiente para que crezca un niño es el de la familia flexible, que permite un entorno de orden predecible para las consecuencias de los actos y donde existe la posibilidad de expresarse y sus miembros tienen capacidad de comunicarse afectivamente entre sí.